miércoles, 12 de enero de 2011

Sigo.



Cambiando el estilo.

Siguiendo pintura.







Si... si sé. Tengo un pequeño problema con esta muchacha.

jueves, 6 de enero de 2011

Amor inerte.


Tras los cuerpos
que de imprevisto llego a tocar,
en cada uno de ellos
logro encontrar por medio de mi locura,
algo de ti...

puede ser en un beso,
en una mano,
en una caricia...

y ahí es cuando logro recordarte en piel...
compartiendo sudor con cualquiera,
encuentro algo de ti...
pero jamás logro hallarte...

Ya no importa
que llegue alguien y me toque,
¡que importa!
¿si en las caricias no son tus manos las que me tocan?

Algo de amistad fuera de foco.


4-6-10


¿Sientes el frío?
Donde a tu lado,
cada latido de desgastado amor,
me separa un poco más que ayer
de ese amigo del cual yo me enamoré.

Miro hacía atrás
tratando de hallar el momento preciso,
ese momento en el cual yo comencé
a llamarte en mi interior amor...
¿Cómo te explico mi mirada?
¿Cómo hallar la sálida de esta lucha ya derrotada?
No puedo dejar de pensar en ti,
no puedo dejar que mis ojos por inercia te observen,
las horas pasan
y la espera es eterna,
cuando una que otra vez,
nuestras miradas se cruzan...
pero ahí esta...
¡Solo ese brillo de amistad!

No quiero pensar lo que tengo claro,
Creeme esta vez...

Ya no sé si te quiero
o solo eres una obsesión...

Pero ¡no!
esto es distinto,
tu eres distinto,
este sentimiento es distinto,
mi amor hacía a ti es distinto...

lunes, 3 de enero de 2011

Locusmori.


Tras noche de insesable pensamiento,
luego de una ducha de agua conciencia,
y después de ver correr sangre
en el auge perfecto de la catársis,
Reflexiono:

Esto debe parar ya.
Este llanto invisible, cual quema mis viceras,
debe llegar a su fin.

Esta lluvía de posibles rechazos,
debe parar ya.

Hablará la luz,
y la oscuridad se entierra junto a mi alma,
en la nada del ser y así no volver a caer en el error del ser.

Y es aquí
cuando invoco y reclamo
al pensamiento amoral,
que caracteríza a seres desdichados
como su hablante,
es ahora como el ''no debí''
es la columna vertebral de mi remordimiento
tras horas de unísono pecado,
las respuestas de vírgenes,
quieren cambiar mi parecer
y hacerme creer,
que el arrepentimiento me invade.

Y es que mi alma libre y desdichado
no cabe en un mundo medieval
como el hoy,
estoy cubierta entre el pasado y no prospero a mi futuro
por que mi presente me aflige...
El pensamiento del hombre renacentista me llama,
y mi sexo esconde mis verdaderas ansias y tendencia
al romántico que llevo en mi.
¡Y es que seres como yo!
¡Toda aquella piedad y misericordia del amor!,
desaparecen...
y solo ahí triunfa el placer y el sentimiento de acogio.

Y es que en tantas noches,
de pensamientos fríos y pecaminosos
no logro hallar
lo que aún busco para terminar
aquella conciencia,
que su presencia,
no quiere marcar.

Cualquiera enamorada.


Aquel ser,
que sin avisar
después de largas tardes de llanto ajeno,
hoy marca presencia.

Aquella presencia
que hoy aprieta
como un puñal lleno de veneno
el cual, siento como aquel
recorre mi cuerpo
y lo hace reaccionar.

Presencia que me daña
y tras miles de preguntas retóricas,
la conclusión más obvio y menos agraceada,
se tumba frente a mis ojos.
¿Cómo dañar a un corazón puro,
el cual por su mala fortuna,
se topo con mis garras?
¿Cómo culparlo a él y no a mi,
de aquel remordimiento que me invade,
si influenciado por el hechizo del amor,
en mis manos dejó su corazón?
Corazón que por mí... daría la vida...
Y... ¿Cómo incluirlo en mi dolor, si la manta culpable lleva mi nombre?
¿Cómo arrastrarlo a mi tumba, si esta la cabo día a día sin moral?
¿Cómo obligarle a dejar de amarme?
si nadie manda al corazón...

Desquité contigo,
mi desdén al amor,
pensando en no amar a uno si no a dos
y así dejar el sentimiento atrás,
y de mi carne solo dar sonrisas y placer
a quien mi corazón no corresponde...

Poetas