miércoles, 24 de noviembre de 2010

A mi que nunca.


Días de confesiones, pero no de sorpresa.

Quizá soy una insensible o tal vez una ingrata, pero en estos momentos lo que menos pueden verme son defectos, ya que mi actitud es premiable.


Puedo decir que me siento feliz, de muchas cosas...
No sé muy bien que es este sentimiento, pero jamás lo sentí, pero se siente bien,
es comprendido y no quiero que se vaya.

Y desde entonces no supe que hacer,
solo trate de encontrar todo lo bueno de aquella noticia,
no sentí dolor, amor, alegría, paz o resentimiento
solo debo decir que cuando me negaron tu contacto
quise llorar y por muchos momentos querer volar donde están resguardadas las almas suicidas...
Un dolor tan grande, que aunque escriba todos los sinónimos de dolor y decepción podrían asimilar lo que ayer sentí...
Ver como cae la figura que amas y proteges... ver como en sus prioridades eres el piso... es algo... deprimente y lamentable... pero ahí apareciste tú... es raro que seas tu quien me acompañe, y que me allá echo feliz... y recuperar mis sueños y esperanzas...


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