martes, 24 de agosto de 2010
Une grand-mère, Ne me quitte pas.
No ha pasado ni más de una hora,
y siento decaer mi cuerpo en soledad casí inmediata,
al escribir, al recordar tu voz,
tus comentarios racistas,
tus descalificativos a la gente,
te extraño más y más.
Sin querer recuerdo aquellas tardes cuando era pequeña
en donde tu llegabas,
y con el sonar de tus tacos en la escalera
en mis ojos se veía la felicidad del mundo entero...
Si, También recuerdo cuando tuve que marcharme de tu lado,
después de 9 años,
fue difícil...
las lágrimas no corrían al verte partir,
pues la inocencia me superaba,
hasta que llegue a aquella casa en donde mi infancia se pudrió.
Pero ahí estabas tú siempre,
a mi lado, para hacerme feliz
sacarme las sonrisas que ellos absorbian de mi cuerpo,
ahí siempre estuviste junto a mí,
si recuerdo todo,
recuerdo que era tan pequeña que al mirar por la ventana
debía poner una silla, y siempre cantaba
e imaginaba que tu llegabas saltando por las casas,
esa canción ''acercate más y más y más pero mucho más...''
pero tú nunca apareciste con mis suplicantes oraciones.
Hoy después de unos meses de vivir a tu lado,
estoy nuevamente en esta casa,
en la casa en la cual día a día sufró,
donde vuelven mis transtornos,
mis problemas depresivos,
vuelve todo y con ello
ese sentimiento sofocante y desesperante de no poder verte,
de no poder esperar a las 7 de la tarde para escuchar
''Llego mi niñita hermosa''
No sé porque hoy me desprecias,
y enserio lo siento,
lo estoy sintiendo,
dentro fuerte muy fuerte,
y no puedo seguir,
porque las lágrimas no paran,
ya no siento siquiera el rostro,
ni los labios de tanto llorar...
mis ojos inchados,
mi nariz roja...
no puedo seguir,
te amo...
con todo mi corazón,
con todo mi ser, te amo,
eres la persona más importante en la faz de la tierra
te amo con tus virtudes y más te extraño por tus defectos,
amo tus muecas, amo todo de ti,
te amo,
te amo,
te extraño...
Dejame volver a tú lado...
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