lunes, 3 de enero de 2011

Locusmori.


Tras noche de insesable pensamiento,
luego de una ducha de agua conciencia,
y después de ver correr sangre
en el auge perfecto de la catársis,
Reflexiono:

Esto debe parar ya.
Este llanto invisible, cual quema mis viceras,
debe llegar a su fin.

Esta lluvía de posibles rechazos,
debe parar ya.

Hablará la luz,
y la oscuridad se entierra junto a mi alma,
en la nada del ser y así no volver a caer en el error del ser.

Y es aquí
cuando invoco y reclamo
al pensamiento amoral,
que caracteríza a seres desdichados
como su hablante,
es ahora como el ''no debí''
es la columna vertebral de mi remordimiento
tras horas de unísono pecado,
las respuestas de vírgenes,
quieren cambiar mi parecer
y hacerme creer,
que el arrepentimiento me invade.

Y es que mi alma libre y desdichado
no cabe en un mundo medieval
como el hoy,
estoy cubierta entre el pasado y no prospero a mi futuro
por que mi presente me aflige...
El pensamiento del hombre renacentista me llama,
y mi sexo esconde mis verdaderas ansias y tendencia
al romántico que llevo en mi.
¡Y es que seres como yo!
¡Toda aquella piedad y misericordia del amor!,
desaparecen...
y solo ahí triunfa el placer y el sentimiento de acogio.

Y es que en tantas noches,
de pensamientos fríos y pecaminosos
no logro hallar
lo que aún busco para terminar
aquella conciencia,
que su presencia,
no quiere marcar.

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