Donde

Donde quizá un día hubo un radiante color, al pasar los años, aquellos, sumergidos en la individualidad del continuar separados, hoy, se vuelven dos tonos, tan opuestos que simplemente al combinarse una vez más... solo se formará un gris...

Donde quizá, las letras adornaron una ilusión, y dieron vida historias sin fin, ni límites, hoy, solo logran ser hojas... secas... que al leerlas vuelven a vivir, pero la autora no es la misma...

La misma, que pensó que el amor movía el movía el mundo, y simplemente hoy, envuelta en problemáticas mayores lo dejó de lado... La misma que huye de el silencio para no pensar en tantos aquellos que pensó dejarlos atrás... La misma que se refugia en sonrisas y teme al llanto, la misma que hoy continua confusa sin saber donde tomar dirección, la misma que teme quedarse sola, la misma que siente que los errores que cometió, del cual ninguno se arrepiente, sucedieron por algo, y para llegar a algo...

Soy la misma que dice ser artista y no lo es, la misma que solo es ella cuando escribe... esa soy...

Y como soy y seré, la interrogante es, ¿Será posible?

Aquel banco... en cual se esconde entre arbustos, logra ver como tiernamente nace un nuevo capullo... el cual sin querer lo observa más y más, sin tener sentido de lo que hace u ocurre... solo se deja llevar por aquel pensamiento... pensamiento de gozo que invade y llena de nostalgia tiempos mejores, deseando ser aquel joven y febril madero... que hoy no lo es... y no lo es por aquel tiempo que acorta la estancia, donde infeliz, jamás vivió aquellos años de juventud... donde el momento llega para amar, pero... ¿ya es muy tarde? como aquel tierno capullo, verá a aquel banco sucio y usado por tantos... a aquel que sabiendo que puede amar, otros se sentaran en él, ya que éste no lo puede evitar, pues su naturaleza es así... Aquel capullo, soportará ¿? valdrá el instinto, y la razón caerá ¿? a moral continuará y dejará caer el encanto y la sed ...