Si yo quisiera retratarte,
te pintaría, como una escondida estrella
suspendida,
en secreto espacio interestelar.
Una estrella de los viajeros,
guía para no extraviar,
esperanza de un cosmonauta
que sueña en su órbita
penetrar.
Espejo de ignoto sol
que irradia luz
de esperanza y de paz.
Porque son tus ojos
color miel, color verdad.
Porque es tu cuerpo frágil,
geografía que,
por sus suaves colinas,
invita a excursionar.
Porque tu personalidad es
imán permanente,
fuerza eterna,
difícil de evitar.
Y yo. errático navegante,
montado en un cometa
pretendía el espacio
remontar.
Y en mi vieja incansable
visitar muchas estrellas.
mas, en ninguna quedar.
Y fue tu dulce luz
que en el infinito riela
y que invita a los viejaros
a tu órbita penetrar,
aquella que me hizo
en tu superficie posar.
Y aqui estoy,
incapaz de reanudar
mi vieje,
recorriendo tus colinas
y tu mar.
Mientras en el cráter de tu boca
mi corazón se abreva,
mi cuerpo se estremece
atrapado en tu campo gravitacional.
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