Melpuèz.

Hola, mí nombre es valentina, saben soy una chica, alta y delgada con manos frías, largas y muy delgadas y de pies muy delicados, como la fragilidad de mí alma. Solía tener un lunar en mí glúteo izquierdo, si cuando era niña, pero al saber que estaba ahí lo sacaron, igual como aún recuerdo sacaron la felicidad de mí vida, cuando me separaron de la mujer la cual heredé mis ojos color miel, mi pelo color castaño claro, y tal ves mi piel pálida y gris, la cual asimila mucho como soy por dentro, un poco apagada y fría... aunque la verdad mi exterior es muy agradable, mí sonrisa contagiosa mí voz inconfundible y la alegría que radió a todos, la cual es solo una mentira más a las múltiples que día a día florecen de esta boca contagiosa, y de mis ojos convincentes y firmes... pero de una tristeza innegable, los cuales ellos, aún no logran aprender a mentir.
Soy buena amiga, cuando quiero ser lo, soy de compañía agradable para muchos simpática para otros insoportable, dicen que soy ilógica, loca, bipolar, intolerante, malvada, pervertida, irónica, pero otros pasiva, callada, tímida, sumisa... de dos caras inconsecuente y muchas palabras más. Debo confesar que todo lo malo y quizá esa alegría hipócrita lo heredé de mí ausente madre que aunque día a día piense en que cada vez estoy mas demente la amo, y la verdad soy muy parecida a ella, quizá de allí venga lo bipolar he ilógica, soy hija de un padre extraño y a la vez de uno inexistente, nieta de la persona mas maravillosa del mundo y hermana de unos seres incomprendibles.
No podría decir de donde vengo, he tratado muchas veces de descubrir quien engendró a esta chica, de tez pálida de cabello claro de ojos miel, de manos frías, de una visión extremadamente escasa, de presencia demacrada, de voz chillona, de ojos tristes, de pensamientos absurdos de una imaginación enorme, de largos brazos de un diente chueco, de una personalidad variable, pero no la encuentro... nadie posee mi sangre... en mi familia soy la única que poseo a 2 negativo... y se que si algún día llego a necesitar ayuda no tendré a nadie ahí para mí, porque siempre supe que he estado sola, solo con mi mente retorcida que tiene ideales suicidas, los cuales florecen cada vez que veo el rostro de mis padres, tengo ganas de llorar, pero hace mucho tiempo me lo prohibí, por derramar lágrimas todos los días por un amor amargo y venenoso. Viví el amor, amé y fui amada, lloré y lloraron por mí jure y sentí el dolor de perder un pedazo de mí, ya viví la indiferencia del olvido, y la trágica verdad del desengaño, también probé la desilusión de mis seres amados, y saboreé la abulia de mi familia, hoy soy una chica indiferente, de buenos amigos, con una familia pequeña, pero aun continuo siendo la chica triste que llora tras los muros del baño, la que se encierra en su habitación para derramar sangre, aun soy la que le teme a los temblores, aun soy aquella que miente ya por inercia y aun soy la que siempre he descrito la que no cambio este alma, aun soy esa poeta muerta que escribe su vida en trozos de papel seco, y aun soy lo que siempre fui.