Encontrarse con la de ayer,
y tener la mínima capacidad de volver a la de hoy...
Y sí.
Sin previo aviso, te encontré en aquella caja dónde los recuerdos no fueron olvidados, pero si cubiertos por telarañas y polvo...
Vi que aún estabas triste, que toda aquella tristeza de ti al fin supero tus límites hasta llegar a la nada de no existir... ¿Por qué no cesas de sufrir? Preguntas que el lapsus de razón siempre me pregunté...
Aquellos axiomas que tanto te gustaban ver, ya no existen mas, pues... dejaste de creer y de vivir, te quedaste en tu dolor, y no caminaste a tus posibilidades... jamás lograste superarte, y ahí te quedaste, como huérfana amante, sin lugar alguno, todo se evaporo.. tus sueños, tus esperanzas... tu personalidad...
¿Cómo no recordar si la de ayer soy yo? ¿Tengo el poder para seguir?
Después de ver como pasa el tiempo sin avisarnos, creémos que el olvido es el perdón... y claramente el olvido empeora todo... al encontrarnos con él, todo se vuelve a recordar y con las venas abiertas volvemos a llorar, y a sentir el vacío que ello nos dejó...
Jamás creí en el poder que tienen las hojas para plasmar sentimientos, siempre se ha querido atraparlos y conservarlos por siempre, y sin querer lo he logrado, aquellas lágrimas plasmaron mi dolor sobre aquellas letras y tintas corridas se vuelven mi pasado y contemplan mi futuro...
Se sabe que del amor viene el odio, y del odio el amor llega para aliviar... Ultimamente el odio y el rencor se apoderan de mi, y de mi felicidad que forjé después de tanto llorar... ¿Felicidad? a vuelto a mi? ¿Es acaso que me siento mejor que antes? ¿Ha cambiado algo?
Hoy comprendo todo, siempre he tratado de cambiar mi vida, con acciones indirectas, pero que a la vez señalan mi auxilio desesperado... y es que yo ya no logro encontrarme detrás de cambios artificiales, para no reconocer y no volver a lo que fui... Sin embargo, lo unico que cambio, fue mi cuerpo y mi pelo... Quizá nada más, mi vida y mis lágrimas siguen igual...
y tener la mínima capacidad de volver a la de hoy...
Y sí.
Sin previo aviso, te encontré en aquella caja dónde los recuerdos no fueron olvidados, pero si cubiertos por telarañas y polvo...
Vi que aún estabas triste, que toda aquella tristeza de ti al fin supero tus límites hasta llegar a la nada de no existir... ¿Por qué no cesas de sufrir? Preguntas que el lapsus de razón siempre me pregunté...
Aquellos axiomas que tanto te gustaban ver, ya no existen mas, pues... dejaste de creer y de vivir, te quedaste en tu dolor, y no caminaste a tus posibilidades... jamás lograste superarte, y ahí te quedaste, como huérfana amante, sin lugar alguno, todo se evaporo.. tus sueños, tus esperanzas... tu personalidad...
¿Cómo no recordar si la de ayer soy yo? ¿Tengo el poder para seguir?
Después de ver como pasa el tiempo sin avisarnos, creémos que el olvido es el perdón... y claramente el olvido empeora todo... al encontrarnos con él, todo se vuelve a recordar y con las venas abiertas volvemos a llorar, y a sentir el vacío que ello nos dejó...
Jamás creí en el poder que tienen las hojas para plasmar sentimientos, siempre se ha querido atraparlos y conservarlos por siempre, y sin querer lo he logrado, aquellas lágrimas plasmaron mi dolor sobre aquellas letras y tintas corridas se vuelven mi pasado y contemplan mi futuro...
Se sabe que del amor viene el odio, y del odio el amor llega para aliviar... Ultimamente el odio y el rencor se apoderan de mi, y de mi felicidad que forjé después de tanto llorar... ¿Felicidad? a vuelto a mi? ¿Es acaso que me siento mejor que antes? ¿Ha cambiado algo?
Hoy comprendo todo, siempre he tratado de cambiar mi vida, con acciones indirectas, pero que a la vez señalan mi auxilio desesperado... y es que yo ya no logro encontrarme detrás de cambios artificiales, para no reconocer y no volver a lo que fui... Sin embargo, lo unico que cambio, fue mi cuerpo y mi pelo... Quizá nada más, mi vida y mis lágrimas siguen igual...
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