martes, 1 de marzo de 2011
Íntima amistad.
Y no puedo precisar cuando comenzo esta íntima amistad...
Quizá al relatar aquel encuentro furtivo no esperado caíga en lo poético, pues, aquella noche, fue donde aquel suspiro nos unió eternamente...
Austera,
acumulando los errores del pasado te encontré.
Recortando revistas y escribiendo a amores platónicos,
vistiendo de rosa para sentirte niña,
y escondiendo tu deseo con bocas agrías sin sentimientos,
te encontré...
Te encontré,
en aquel momento en el cual yo estaba recogiendo los pedazos
de mi antigua vida,
tratando de rescatar algo de mi
que pudiese servir... para ti...
Y de serte sincera,
comence a sonreír,
solo para ti,
y deje de llorar,
solo para ser fuerte en tu llanto...
Hice tantas cosas solo por ti...
solo para no dejar de amarte,
solo para no pensar en tener que llegar a olvidarte...
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