Le gustaba mucho aquella hora, después del almuerzo todo estaba tranquilo para poder escuchar sus pensamientos o simplemente pensar en él. Pero ahora todo había cambiado, las horas no parecían tener diferencia alguna, muchas veces el día se convertía en algo plano... sin cambio aparente más que algo en la programación de la tv. Su rutina diaria incluía muchas veces las mismas risas, los mismos gestos, incluso la misma ropa... Un día, quiso ser la misma de siempre, hizo su ritual de baño, luego se maquilló, se puso linda... quiso sorprenderlo... pero no hubo reacción alguna de parte de él... entonces pensó, de que sirve todo aquello, si nadie lo nota?

Esperaba con ansias el fin de semana, pues aquello contemplaba estar todo el día junto a él